martes, 29 de abril de 2014

¿Por qué la educación va como va?

Hacía bastante que no nos quejábamos por nada, pero hoy he estado hablando con unos compañeros y ha reflorado en mí un tema que me mosquea. Y es que por mis estudios, el Sistema Educativo Español está muy presente en mis pensamientos.

Aquí no os voy a hablar de como solucionar el sistema, ni quienes son todos los culpables de la situación actual. Como este Blog es para hablar de lo que nos apetece, me voy a centrar en el profesorado, la docencia en general, que es lo que más me atañe y de lo que quiero quejarme hoy.

Comencemos por el principio: ¿Qué hay que hacer para ser maestro? Pues hace décadas, nada, que todos sabemos que antes con bachiller ya eras dios todo poderoso, y te aceptaban en cualquier trabajo. Ahora te piden dos idiomas, master, cursos, la famosa experiencia... Y nos llevamos las manos a la cabeza porque en los altos cargos no saben ni hacer la O con un canuto, y ahí siguen cobrando cifras que ni en toda nuestra vida.

Ahora ha salido hace poco que en Madrid se plantean otras ideas, y es que cualquier titulado pueda opositar a maestro. ¿Para qué me vale a mí estudiar la carrera de Magisterio entonces? Estudiar docencia implica cerrarse puertas, porque salvo el mundo docente (Como es obvio), a poco más se podrá aspirar, pero si encima otras personas, con más oportunidades laborales porque con sus estudios pueden optar a otras cosas, van a incorporarse a oposiciones, no se qué les quedará a los maestros.

Se lo que vais a decir algunos: Que se fastidien los de Magisterio, que si un historiador aprueba la oposición, es que vale, y a callar. En parte os doy la razón, pero por otra parte, es injusto, y además, seguimos con un gran error dentro de el sistema, y es que un examen no debería de ser todo. 

Existe algo llamado vocación, que ha llevado a alguien a estudiar Magisterio, y no al historiador, (Perdonadme, no tengo nada en contra vuestra, historiadores, solo sigo con el mismo ejemplo) que se ha metido en otra cosa y no tendría de primera opción Magisterio, ya que si lo que le interesara es impartir clase en primaria, hubiera estudiado Magisterio.

Pero un gran problema está en la propia facultad de Magisterio, y es que lo de "vocación", muchos estudiantes se lo pasan por el forro. Aquí en España la nota de Magisterio es muy baja, y he conocido un montón de gente que se metía a esto "porque es fácil y por hacer algo", y ahí es el origen de los problemas, señor Presidente de Madrid: Hay que idear otros métodos para saber quién vale y quién no, y no liar la madeja metiendo a gente en la docencia de Primaria que no tiene estudios relacionados (Otra cosa sería crear un máster como el de secundaria pero para primaria, donde se enseñaran contenidos, en ese caso otro gallo cantaría, pero de momento de eso no se sabe nada).

No es que se pierdan grandes docentes que estudian otras cosas, ya que como dije antes, quien estudie otra cosa es que no quiere ser profesor de Primaria. Lo que hay que hacer es cambiar el sistema en Magisterio, y cerrar puertas a quien no valga, a quien vaya por hacer algo. Que suban las notas de corte, que hagan prueba de nivel de idioma, entrevista personal, que se les pregunte qué tipo de actividades harían a un grupo de alumnos... Por supuesto que antes de empezar la carrera la gente no sabe hacer unidades didácticas, programación ni nada de eso (Salvo para el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que cree que todo esto viene de fábrica y por eso no hace falta estudiar Magisterio) pero en una entrevista se podrá sacar algo en claro.


Si nos aseguramos de que una persona se ha esforzado en sacar buenas notas para así poder llegar a esta carrera, si analizamos a los alumnos antes de que éstos entren en la universidad, el "efecto colador" algo hará. 

Pero aún así, hay más cosas que me molestan en todo este asunto. ¿Por qué alguien quiere meterse a Magisterio? Ya no hablo de los argumentos de los que pasan de todo, hablo de los que supuestamente les gusta la carrera. Yo lo siento, pero no entiendo el argumento "es que me gustan los niños". Tengo compañeras de universidad que decían esto, y no lo entiendo: Si te gustan los niños, vete a la biblioteca a trabajar de voluntaria, juega con tus sobrinos, primos o ten hijos, pero no creas que Magisterio es para sonreír a los niños, hablarles como si fueran lentos y babear porque son muy monos. Estudiar Magisterio se basa en la enseñanza, en preparar actividades divertidas y educativas para los alumnos, en variar en las clases para que éstos no se aburran, en conocer los intereses del alumno e intentar adaptar las clases a los mismos, hay que ser creativo, decorar la clase, crear un entorno agradable para ellos... No se trata de hacer de niñera, se trata de enseñarles contenidos.
Y este es otro de los motivos por los que más de la mitad de los estudiantes que se meten a Magisterio, supuestamente con vocación, salen al mercado laboral perdidos y sin ocurrencias para convertirse en buenos maestros de primaria.

Y lo peor de todo esto es que la situación va a ir de mal en peor con el profesorado. Los altos cargos políticos plantearán ideas para hacernos creer que hacen algo, pero solamente van a piciar más las cosas. Y los de abajo mientras cagándonos en todo.

2 comentarios:

  1. Como siempre sis, dices verdades como puños. Lo único que discrepo ligeramente es la gente que se mete en una carrera y luego se da cuenta que le gustaría enseñar "eso". Poniendo mi ejemplo, yo he estudiado Biología y me gustaría dar clases de Biología (aunque entiendo que seguramente para esto tendría que hacer el master del CAP, porque además Biología no se enseña tal cual en primaria...)

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    1. Estoy de acuerdo en eso que comentas de que se "puede despertar" tu interés por la enseñanza más tarde, pero por un lado considero que si se despierta ese interés, puedes dar en secundaria, y si te da un arrebato mayor y quieres dar en primaria, al menos que existiera un curso tipo master donde te enseñaran didáctica, tipo lo que pasa con secundaria

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